martes, 26 de marzo de 2013

GOLONDRINA

        

    Te vi llegar a casa sonriente,
preparando tu nido, golondrina,
en el mismo balcón de mi cocina,
volando sin cesar, constantemente.

    Cuanto amor en tu pico,  consecuente,
cuantos sueños volando en tu rutina,
cuantas veces te llevo en mi retina,
querida madre, de mi ayer ausente.

   Donde estás, golondrina pasajera,
que volabas feliz sobre mi alero,
tu nido era mi casa, compañera,

y tu voz una luz en mi sendero,
que alumbraba la noche de mi espera,
y el sueño de un amor muy duradero.


     Golondrina que antaño navegaba,
con las alas al viento, todavía,
 te viera ayer jugar en tu alegría,
mientras solo en mi alcoba suspiraba.

     Yo siempre, amiga mía, te esperaba,
cruzando el cielo de mi patria un día,
mirando siempre el nido, anochecía,
y esperando tu vuelta, te llamaba.

    Regresaste africana, ilusionada,
madre de ayer, querida golondrina,
a formar en tu nido otra camada,

y advierto la ilusión que te ilumina,
otra vez he escuchado tú llamada,
detrás de tu sonrisa matutina.


    

                      O.Z.M.

miércoles, 6 de marzo de 2013

EL SUEÑO


      Cuantas veces soñamos en la vida,
despiertos por demás, y en la cordura,
dibujando, al azar,  una aventura,
que hacemos realidad casi enseguida.

    Nos ponemos el traje de partida,
colocamos  la vista en la hermosura,
bailamos en el hall de la ternura,
y amamos sin cesar en nuestra huida.

   Nos sobra la ilusión y fantasía,
escondemos la edad entre las flores,
juntamos corazón y lozanía,

dejamos resbalar nuestros amores,
por la rampa que lleva a la alegría,
dejando en el bolsillo los sudores.


 Y amamos la belleza, donde quiera,
la noche la encontramos estrellada,
el alba es una esposa enamorada,
rendida  a nuestros pies sobremanera.

   No existe  una tristeza verdadera,
ni tampoco una senda mal trazada,
ni piedra en el camino atravesada,
que pueda destrozar nuestra carrera.

    Tenemos  la ilusión profunda y fuerte,
hacemos naufragar toda avaricia,
bailamos sin cesar y no se advierte,

que el amor siempre está con la caricia,
jugando al porvenir de nuestra suerte,
y haciendo el corro con su actual pericia.





                         O.Z.M.